El Desfiladero de Almadenes ... ¡con tormenta final!

Volvimos al desfiladero de Los Almadenes, que como siempre nos volvió a encandilar a nosotros y a todos nuestros acompañantes. Disfrutamos de la actividad enormemente, pues las recientes lluvias le habían avivado los colores y los olores.
Con buena temperatura y una senda en mejores condiciones de las esperadas transitamos por él, oyendo el canto de los pájaros y los comentarios admirativos y ensalzadores de los que lo hacían por primera vez.
Al final, de colofón, antes de acabar degustando un aperitivo durante el que estuvimos todos de acuerdo, que no podíamos permitir que esa joya de la naturaleza perdiera sus encantos, recibimos una ducha en forma de chaparrón gratificante que acabó tonificándonos por completo.
En definitiva: Una mañana redonda en el desfiladeros de Los Almadenes, que esperamos se pueda repetir en el futuro en las mismas condiciones de la actualidad.